En este blog hemos hablado en alguna ocasión de alérgenos, de alergias e intolerancias alimentarias, de retiradas de producto, de simulacros e incluso de toxiinfecciones alimentarias. Hoy vamos a analizar las consecuencias que tiene para una marca líder en un mercado, el del chocolate, tener una retirada de producto, un recall, debido a un brote de Salmonella. Una retirada de producto alimentario afecta a un alérgeno ingrediente, la lecitina de soja.
Sí, estamos ante un alérgeno de esos de los que provocan problemas de salud y aparece en la lista de alérgenos de declaración obligatoria. Pero vayamos al tema del día.
Antecedentes: el brote de Salmonella en el chocolate belga. Cuando retirada de producto alimentario afecta a un alérgeno
El pasado 1 de julio el portal RASFF, la web que tiene la Agencia europea de seguridad alimentaria (EFSA) para notificar las alertas alimentarias, publicaba una alerta proveniente de Bélgica, la 2022.3844 (es su número de referencia). El motivo: un brote de Salmonella en productos de chocolate notificado por la empresa comercializadora Barry Callebaut, uno de los gigantes alimentarios a nivel mundial especializados en chocolate y productos de cacao.
La notificación se produjo desde la propia empresa tras un chequeo interno. Fue catalogado como “Serious”, una de las categorías de mayor riesgo para los consumidores, y afectaba a varios países, entre los que se encontraba España. Además de la propia Bélgica, los países afectados a día de hoy son: Croacia, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia, Rumanía, Serbia, Reino Unido y España.
El 25 de junio se descargó un lote de lecitina en la fábrica de Wieze. Barry Callebaut confirmó que se identificó Salmonella Tennessee en el sistema de lecitina de la fábrica y en muestras del material entregado. Este lote procedía de un fabricante de lecitina de Hungría y lo transportaba un tercero. La lecitina involucrada solo se usa en este sitio.
El 27 de junio, Barry Callebaut detectó un resultado positivo de Salmonella en un lote de producción fabricado en Wieze y el 29 de junio se identificó la lecitina como fuente de contaminación. La lecitina se usa en todas las líneas de producción de chocolate en Wieze, por lo que la empresa decidió detener las líneas y bloquear todos los productos de chocolate fabricados del 25 al 29 de junio, excepto la producción de cacao que no está vinculada al circuito de lecitina.
A partir de ese momento Barry Callebaut informó a la autoridad alimentaria belga sobre el incidente. La Agencia Federal para la Seguridad de la Cadena Alimentaria (FASFC) estuvo allí como parte de la investigación.
Por su parte, en el país de origen de la lecitina de soja, Hungría, la Oficina Nacional de Seguridad de la Cadena Alimentaria (Nébih) del país inspeccionó al proveedor de lecitina, examinando los métodos de procesamiento, la documentación y tomando muestras oficiales.
Como veis, la seguridad alimentaria en Europa funciona.
Al ser un brote que afecta en distinta medida a los diferentes países, las medidas tomadas varían. Por ejemplo, en Bélgica se produjo una retirada del mercado, en Suecia una Supervisión de la retirada/retiro por parte de las autoridades, y en el caso de España: Producto (a ser) reenviado o destruido.
Las propias pruebas de la empresa también confirmaron que el lote de lecitina estaba contaminado con Salmonella, por lo que detuvo la producción del aditivo y bloqueó los lotes en la planta.
Según las investigaciones iniciales de seguimiento, los artículos afectados no se enviaron a otras empresas. La lecitina implicada tenía Certificado de Análisis y Barry Callebaut investiga cómo, a pesar de ello, se contaminó.
Consecuencias para los clientes.
1) Destrucción – retirada del producto afectado.
Hay que tener en cuenta que los clientes de Barry Callebaut en muchos casos no son consumidores finales, sino que estamos hablando de clientes que elaboran productos propios contando entre sus ingredientes con productos a base de cacao o chocolate del gigante belga. No quiere decir que no los haya, sino que entre sus clientes hay otros fabricantes. También tienen productos en las estanterías, pero principalmente afecta a materias primas para otros productores.
Los clientes afectados pueden retirar y destruir el chocolate líquido afectado por el incidente de sus tanques y líneas bajo ciertas condiciones. Evidentemente, la empresa se enfrenta a una retirada o a una reparación económica a sus clientes.
Tras ello vendrá la parte más farragosa para los clientes: Hay que limpiar, desinfectar y reiniciar la producción. Esta parte no se aplica, por el momento, al chocolate sólido. Esta es la parte de “intangibles”, horas de trabajo que veremos quién paga.
Barry Callebaut está llevando a cabo un análisis de causa raíz, además de limpiar y desinfectar las líneas de producción antes de reanudar las operaciones. Aún no se ha fijado una fecha para el reinicio.
2) Sin producto.
Las producciones se pueden ver afectadas por la falta puntual de producto. Barry Callebaut es una empresa de grandes dimensiones, pero, sin duda, sus clientes se van a ver afectados por algún problema de suministro puntual. Problema que van a suplir, en algunos casos, cambiando el ingrediente afectado.
Pero, hay un problema adicional: se puede llegar a ver afectada la producción, ¿qué pasa con los clientes de los clientes de los clientes de quien padece el brote?
3) Cambio de ingrediente.
La empresa comunica a sus clientes el cambio de ingrediente. Obviamente el proveedor de la empresa no tiene lecitina de soja y los clientes tienen un producto que ya no lleva alérgeno, con sus implicaciones: etiquetado, producción, contaminación cruzada.
Vayamos por partes, porque esto ya son ecuaciones de segundo grado: lo que antes iba etiquetado como alérgeno, ahora ya no. Pero lo peor no es eso. Suponiendo que el producto que el cliente de Barry tiene en sus instalaciones no esté afectado por la retirada, pronto, previsiblemente, volverá a tener en su composición la lecitina de soja. Todo esto supone un cambio temporal para la empresa, que tiene varias opciones:
- Cambiar el etiquetado.
- Aguantar con el producto que tiene en stock y cruzar los dedos para que el próximo pedido vuelva a tener la fórmula “de siempre”.
- Buscar otros proveedores con la misma formulación, aunque se hace harto complicado pensar en un cambio tan radical.
Y, ¿por qué te cuento todo esto? Pues creo que has entendido que las retiradas no son un juego, que cuando las retiradas implican ingredientes o productos que llevan alérgenos la cosa se complica, y mucho, y que contar con un equipo especializado que te asesore en materia de seguridad alimentaria es fundamental.
También puedes ir a lo loco, trampear, meter la cabeza en tierra como un avestruz y tener que emitir una retirada de producto alimentario afecta a un alérgeno a nivel europeo por no gestionar adecuadamente este tipo de alertas, pero eso tiene un nombre: temeridad.
Si no es tu caso, puede que te interesen esta serie de servicios o cursos vinculados a este tipo de alertas:
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Como veis, cualquier empresa puede verse afectada por una retirada de producto alimentario que afecte a un alérgeno.
Otra cosa es cómo se gestione.