Fraude alimentario: estos son los 5 aspectos que afectan a las marcas.

El fraude alimentario está ahí fuera. Como si de la verdad en “Expediente X” se tratara, qué viejos nos estamos haciendo algunos. Las autoridades sanitarias, las empresas alimentarias (clientes y proveedores), los consumidores y las certificadoras en normas de calidad como ISO 22000, IFS o BRC están más concienciadas cada vez acerca de los peligros del fraude alimentario.

¿Qué es esto del fraude alimentario?

El fraude alimentario es “la adulteración intencional de alimentos con ingredientes más baratos para obtener beneficios económicos”, es un delito bien documentado que ha existido en los Estados Unidos y Europa durante muchas décadas. Solo ha recibido más atención en los últimos años, sobre todo en el siglo XXI, a medida que el miedo al bioterrorismo ha aumentado. 

Se han descubierto numerosos casos de fraude alimentario intencional en los últimos años. A partir de 2013, los alimentos enumerados más comúnmente como adulterados o mal etiquetados en la Base de datos de fraude alimentario de la  United States Pharmacopeia de los Estados Unidos fueron:

Fraude alimentario
Photo by Ibrahim Boran on Unsplash
  • leche, 
  • aceite de oliva, 
  • miel, 
  • azafrán, 
  • pescado, 
  • café, 
  • jugo de naranja, 
  • jugo de manzana, 
  • pimienta negra y té. [ 79] 

Un informe de 2014 del Servicio de Investigación del Congreso (Congressional Research Service) de EE. UU. Enumeró las principales categorías de alimentos con casos reportados de fraude como el 

  • aceite de oliva; 
  • pescado y marisco; 
  • leche y productos a base de leche; 
  • miel, 
  • jarabe de arce y otros edulcorantes naturales; 
  • zumo de frutas; 
  • Café y té; 
  • especias alimentos y productos orgánicos; y agentes de enturbiamiento. 

Como veis, ambas listas difieren en poco. Se trata de alimentos de primera necesidad y ampliamente utilizados por los consumidores, restaurantes y por el resto de la cadena alimentaria. Son alimentos que toda familia consume, o que casi todos los hogares compran a menudo, por lo que el peligro es todavía mayor.

En la matriz del riesgo alimentario, una matriz que se estudia para entender de qué va el riesgo y de dónde puede provenir, en la parte de las acciones voluntarias tenemos el fraude alimentario, y se produce cuando se busca beneficio, es decir, cuando es intencionado. Para prevenirlo se suele emplear food defense como respuesta a este fraude, hablaremos sobre ello en próximas entradas.

5 aspectos en los que el fraude alimentario afecta a las marcas.

1. La seguridad del consumidor queda en entredicho. 

Obviamente, lo que más nos preocupa a todos, bien se trate de los propios consumidores, empresas, autoridades sanitarias, consultores, sanitarios, etc. es la salud de las personas. No hace falta decir que fraudes como el de la colza, que afectó a unas 25000 personas a finales de los 80, generan daños irreversibles hacia los afectados e incluso la muerte por la adulteración, para beneficio económico de quienes promovieron este fraude.

2. La reputación de la marca empeora. 

Evidentemente, una marca afectada por fraude alimentario, se va a ver muy afectada en lo que a reputación y buen nombre se refiere. Aunque el resto de productos no esté afectado por ese fraude, ¿cómo crees que reaccionarías como consumidor si ves un producto de la misma marca que otro que ha sido adulterado?

3. Degradación de la relación con clientes. 

Muy ligado a la reputación de marca, los clientes finales dejan de desconfiar, dejan de comprar un producto, se genera una psicosis que hace aumentar las suspicacias, se generan más reclamaciones y, curiosamente, disminuyen los pedidos. 

4. Relación con proveedores. 

La trazabilidad ya sabes que va en dos sentidos, hacia delante y hacia atrás. Pues los proveedores también se pueden sentir decepcionados, asustados, e ir alejándose de la marca implicada en el fraude alimentario. Sobre todo si la empresa afectada por el fraude opta por echar balones fuera y no es transparente, puesto que si el problema con el fraude no proviene de puertas para adentro, la tendencia es pensar que proviene de los proveedores, y hay proveedores que no están dispuestos a ello.

5. Pérdidas financieras y de financiación. 

El último de los motivos que afectan a las marcas envueltas en el fraude alimentario son las pérdidas financieras y de financiación. Y esto se produce porque la pérdida de confianza de consumidores provoca un menor volumen de ventas, el aumento de las reclamaciones también disminuye las operaciones hasta que dichas reclamaciones se resuelven. Lo mismo puede suceder con la financiación. Si el fraude se hace público las entidades financieras puede que no se quieran ver involucradas en litigios o financiar a compañías que puede que tengan que pagar cantidades ingentes de dinero.

Aunque pronto hablaremos de la respuesta a este fraude alimentario, conviene que toda la empresa tome conciencia de la importancia de prevenir el fraude alimentario y estén/ estéis formados en procesado seguro de alimentos. Aunque en la sección cursos de nuestra web puedes encontrar el que mejor se adapte a tus necesidades, te recomendamos especialmente el curso de procesado seguro de alimentos.

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